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Presentación

Un Teatro para Jóvenes

En Pikor Teatro siempre hicimos producciones de calle o de sala destinadas a todo tipo de público.

Cuando el tono subía un poco recomendábamos la asistencia juvenil y adulta, aunque cuando nos han preguntado nunca hemos sabido declarar con seguridad a partir de que edad se era apto para compartir con nosotros el espectáculo.

El público juvenil ese desconocido. Tanto pedagogos como padres hablan desorientados sobre la personalidad arisca y despótica de los jóvenes, su depresión, inestabilidad y en definitiva sobre su indisciplina.

Hemos oído muchas veces que es muy difícil programar un espectáculo para los jóvenes por que parece que no les interesa nada, pasan de todo, se aburren y patalean. Probablemente los jóvenes preferirán espectáculos que hablen directamente del centrifugado de emociones y hormonas que están sintiendo en su interior, sin paternalismos, sin moralina, plasmando con contundencia su propia fragilidad y lo apasionante de enfrentarse por primera vez a un sinfín de primeras experiencias.

En estos momentos, inexplicablemente los jóvenes de 13 años en adelante, los que han dejado de ser niños, están olvidados como público teatral. Las dudas de padres y profesores, se suman a los dramaturgos y creadores teatrales, para desembocar en un desierto de programaciones teatrales dedicadas a este numeroso grupo humano. No deja de ser interesante para la reflexión encontrar programadores y técnicos culturales que airadamente descalifican la programación para público juvenil, este público según ellos, ya es público adulto.

Seguramente algo tienen de razón y aquí esta el quid de la cuestión: el público juvenil no soporta ser tratado de forma distinta al público adulto, pero es más difícil por que es más exigente, es más vivo, menos racional, hay que tocarle el corazón o el hígado. Y esto no es fácil.

Los jóvenes están muy familiarizados con la cultura del video-clip, de la velocidad en la transmisión de los mensajes, en las sugerencias y en los efectos de una sucesión de imágenes. Son un público específico, con sus códigos y sus exigencias, son un público especial pero que debe ser tratado como adulto y aquí esta el problema fundamental.

Nuestra reflexión sobre las drogas, la ebriedad y su apasionada relación con el género humano será tratada en positivo con el único objetivo de provocar entre los jóvenes un debate sano sobre el tema.

Pero también y precisamente a través de la comicidad, queremos hablar de esas partes más oscuras del tema y que tienen que ver con el fenómeno de la adicción, fenómeno especialmente peligroso en la adolescencia y en la juventud, donde uno se encuentra con la ingenuidad y el ímpetu que pugnan entre sí, donde el proceso de aprendizaje y socialización puede quedar truncado y tener consecuencias serias para la formación de cada joven.

– El Espectáculo

Cuando los cronopios cantan sus canciones preferidas, se entusiasman de tal manera que con frecuencia se dejan atropellar por camiones y ciclistas, se caen por la ventana, y pierden lo que llevan en los bolsillos y hasta la cuenta de los días.”
JULIO CORTÁZAR. “Historias de cronopios y de famas”

“PISA LA RAYA”, espectáculo de sala, dirigido a público juvenil con edades comprendidas entre los 14 y los 21 años. El problema de las drogas…. Aquí, quién no corre vuela, sálvese quién pueda y eso no nos lo enseñaron en la escuela, o si no, aquella de cómo darse un empujoncito…si hombre…café, coñac y puro, lo decía tu padre. Todo el mundo se agarra a algo,… o no.

De una manera divertida y a través de diferentes skechts recreamos situaciones habituales entre los jóvenes: la primera vez que se prueba una “droga”, la presión del grupo en el consumo de drogas de moda, la excitación y el temor de la trasgresión. También hablaremos de las drogas como evasión de la realidad, del consumo compulsivo que caracteriza los hábitos juveniles, del entusiasmo y la decepción, de la adicción y de la adulteración y sobre todo del grave riesgo que supone para el consumidor de cualquier tipo de droga, la ignorancia y la desinformación sobre el tema.

Los actores y por tanto los personajes del espectáculo son también jóvenes que van a confrontar en escena con humor, sus dudas, sus pasiones y sus temores con respecto a la existencia, uso y abuso de las drogas en general.

El espectáculo se acercará a los jóvenes a través de la comicidad y el absurdo, utilizando un lenguaje directo, reflejando personajes variados y bien contrastados. A gran velocidad se suceden las distintas escenas, cada una con un lenguaje dramático diferente, con una utilización particular de los objetos escenográficos y de la luz, pero todas reforzando una compacta coreografía entre los cuatro actores.

El espectáculo ha sido programado en los circuitos de Castilla-León, Castilla-La Mancha, Aragón, Teatralia (Comunidad de Madrid) y País Vasco. Espectáculo subvencionado por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM) y la Dirección de Drogodependencias del Gobierno Vasco.

Disponemos de una Guía Didáctica elaborada por técnicos de drogodependencias del Gobierno Vasco y del Gobierno Navarro para que después del visionado del espectáculo se pueda continuar trabajando en las aulas con los jóvenes implicados

“PISA LA RAYA”, una propuesta divertida y fresca, para facilitar que la responsabilidad y la capacidad crítica de cada cual sean los ejes de una política efectiva de prevención de las drogodependencias. El debate está servido.

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