Presentación
ESPECTÁCULO DE CALLE
Después de 18 años montando espectáculos de Teatro de Calle de diferente formato queremos con este “ELLAS BAILAN SOLAS” volver al trabajo más esencial del actor de calle donde la narración del espectáculo esta basada en la fuerza de los personajes, en su personalidad imprevisible y en su capacidad de interaccionar y conmover al público.
Desprovistos de cualquier parafernalia escenográfica los personajes se desplazan en una silla de ruedas eléctrica e interactúan con el público y la orografía urbana.
El espectáculo consta de un menú amplio de intervenciones de las dos protagonistas que se adaptarán y elegirán dependiendo de las características del espacio público donde se presenta: fuentes públicas, terrazas de bar, estatuas, escaparates, árboles, escaleras, balcones, etc.
Espectáculo itinerante de una hora de duración y dirigido a todo tipo de público.
2.- EL TEMA
Cada vez son más las personas que se agrupan en la llamada “tercera edad”, cada vez hay más viejos y viejas y seguirán aumentando a medida que baja el índice de mortalidad. Muchos se preocupan ¿Qué vamos a hacer con ellos? ¿Dónde los metemos? La realidad es que este grupo social en alza representa muchos votos y un quebradero de cabeza para los políticos.
En las sociedades modernas los mayores han perdido su papel, ya no son productivos ni dinámicos y por tanto no cuentan, su voz ya no se escucha y sus cuerpos con suerte se hacen invisibles recogidos en las residencias para ancianos.
Muchos de nuestros mayores se sienten como trastos viejos relegados al fondo del armario, refugiados inevitablemente en su memoria rumiando una soledad involuntaria y claudicando de ilusiones y proyectos. El sentimiento de dependencia los hace frágiles, muchos de ellos se obsesionan con el abandono.
Pero también existen otros viejos y viejas, los felices, los que siguen teniendo sueños, los que dicen que vivirán eternamente dispuestos a conquistar el mundo, invencibles y socarrones, burlándose de la vida y bebiéndola en copa a tragos largos.
A todos ellos queremos homenajear, dándoles voz y poniendo en la palestra las contradicciones de una sociedad que condena al ostracismo y al silencio a sus ancianos.
3.- SITUACIÓN Y PERSONAJES
En el espectáculo seguimos muy de cerca a dos mujeres octogenarias que acaban de fugarse de la residencia de la “tercera edad” donde residían, se han ido con lo puesto y con aquellos objetos que forman parte inseparable de su memoria: una colección de relojes, una urna funeraria con las cenizas de un ser querido, un tutú ajado de bailarina clásica,….
Las dos mujeres se han convertido en inseparables después de tres años juntas en la residencia, pero son muy diferentes, como la noche al día.
Antonia, mujer de clase trabajadora, dura y resistente, entró en la residencia voluntariamente porqué a ella no la iba a cuidar nadie….y ella sabe de que habla…. cuidó a su padre y a su madre anciana, también a su marido.
Harta del papel de cuidadoras al que siempre han estado condenadas las mujeres, necesita denunciarlo.
Ella es el alma y el cerebro de la fuga, está desencantada con el trato que le dan en la residencia, no soporta que la traten como un trasto inútil, como a una vieja. Ella sigue teniendo un espíritu joven y aventurero, aún tiene muchos planes para el futuro, viajar a Francia, tocar en una orquestra de mujeres, presentar un programa de TV donde se oiga la voz a los ancianos, etc.
Regina, mujer de clase media, frágil y dependiente, obsesionada con sufrir una caída no se separa de su silla de ruedas. Sueña con ser bailarina principal en el “Lago de los cisnes” ante un teatro repleto de público. Tubo que abandonar este sueño juvenil al contraer matrimonio. Sus hijos la ingresaron en la residencia contra su voluntad, se ha resignado a vivir allí, le da miedo la soledad y la precariedad, necesita a alguien que la cuide con atención. Tiene arrebatos de pánico y quiere volver obsesivamente a la residencia porque allí, dice, se encuentra segura. Desearía denunciar al mundo la injusticia que soporta y el menosprecio que siente hacia su persona.
Una necesita a la otra y viceversa.
Una cuida obsesivamente de la otra y ésta disfruta.
Se chantajean, se retan, se insultan, se cuidan, se animan, se quieren, juntas disfrutan de la excitación de la fuga, del olor fresco de un futuro inmediato en libertad dueñas por fin de si mismas.
4.- ESTRUCTURA DEL ESPECTÁCULO. INGREDIENTE DRAMÁTICOS
La narración de “Ellas bailan solas“estará soportada principalmente en la personalidad genuina de los dos personajes y en su especial relación con el público y la arquitectura urbana.
El espectáculo contará de dos partes bien diferenciadas:
1ª parte: Extrañas y frágiles en la calle.
Trabajaremos sobre la imagen desvalida de las dos viejitas y su capacidad de conmover al público. Las confrontaremos con la agresividad del pulso de la gran ciudad, su velocidad, la masificación que no entiende de excepciones, la insensibilidad del ciudadano medio dinámico y ocupado.
Haremos evidente la injusticia de las barreras arquitectónicas y la dificultad de las personas con limitaciones físicas y/o dependientes para desenvolverse sin ayuda.
La imagen cándida de las ancianas confrontadas a la dificultad nos permite impactar en el transeúnte y captar su atención, provocarle dudas sobre su implicación o no en la situación precaria en la que se encuentran, desconcertarlo y hacerlo reflexionar.
La senilidad es materia prima de primera para trabajar la comicidad ya que es fuente segura de situaciones absurdas, delirantes y poéticas.
Nuestras protagonistas extrañas en un medio hostil intentan culminar con éxito su peligrosa fuga, se sienten perseguidas pero cada vez es mayor su determinación.
2ª Parte: Dueñas de su destino.
Cada vez mas eufóricas por la excitación de sentirse libres fuera de la residencia, nos irán mostrando sus sueños pendientes, llevaran a cabo por fin promesas incumplidas y nos demostrarán que dos mujeres ancianas pueden hacer cosas que siempre se dieron por imposibles. La fuerza del deseo.
En esta parte del espectáculo la comicidad la construiremos sobre la idea de las proezas que puede realizar una persona anciana, situaciones donde el tesón y el entusiasmo de nuestras viejitas les hará subirse a las copas de los árboles para lanzar las cenizas del marido difunto, dar un concierto de rock, interpretar su versión particular de la danza de los cisnes, cambiar el nombre de una céntrica calle o atracar un banco.
La relación directa con el público hará que éste se implique en el desarrollo del espectáculo participando activamente en las diferentes escenas.
